Comodidad, inspiración, positivismo, dinamismo… estas son solo algunas de las características que debe cumplir un despacho. Crear un lugar tranquilo en el que puedas desarrollar tu trabajo y donde nos sintamos cómodos y a gusto hace que nuestra jornada sea productiva.
Cada vez está más extendido trabajo desde casa. Ahorrar tiempo y dinero hace que el desempeño de las tareas laborales las realicemos desde nuestro hogar. No sólo el concepto de despacho es en exclusiva para tal fin, ocupamos también muchas de nuestras horas libres navegando por internet, en las redes sociales…etc.
Es importante para ello tener en cuenta el mobiliario que nos rodea. La presencia de un aspecto básico para tu office e independientemente del estilo que queramos trasmitir: clásico, moderno, ecléctico, nórdico, bohemio, rústico… es necesario irradiar profesionalidad y sensación de un espacio cuidado y limpio, atendiendo los pequeños detalles.
Tienes que tener en cuenta que vas a pasar muchas horas en ese espacio. De ahí la importancia de muebles prácticos, tales como amplios escritorios en los que quepa todo aquello necesario para poder desarrollar tu trabajo. Utilizar estanterías que te permitan ordenarlo todo ahorrando espacio, lámparas que iluminen la estancia y sillas muy cómodas que cuiden la espalda y cuello.
Otro aspecto a tener en cuenta es el concepto de adaptación tecnológica y ecológico en la oficina.
La opinión y los gustos personales de cada cliente es fundamental para dar forma al proyecto. Debe responder a sus necesidades y seguir la estructura que sea más funcional.
La distribución del espacio, si se trata de oficinas, cada vez más se buscan espacios abiertos que se convierten en la consecuencia de intentar crear ambientes de trabajos sin barreras, en los que la comunicación fluye, y se flexibiliza el acceso a la información.
Si por el contrario, lo que estás pensando es un despacho en casa, debes de buscar un lugar poco transitado para poder concentrarte y en el que te sientas cómodo.
El mobiliario para las oficinas no es una tarea sencilla. Además de los muebles de diseño se requiere que estos sean los más adecuados para el uso que se le va a dar. El objetivo primordial es diseñar un espacio de trabajo funcional, sin olvidar nunca la estética.
Si en tu hogar buscas un estilo más clásico una pieza a tener en cuenta es un secreter, un buró, un escritorio… etc. Los acabados color nogal o cerezo son piezas que aportarán un aire distinguido al hogar.
Es importante darle protagonismo a la mesa de trabajo utilizando complementos que pueden hacer nuestra labor mucho más cómoda y descubrir cuál es la combinación perfecta con la que te sientas confortable.
Si la zona elegida cuenta con paredes de grandes dimensiones, uno de los muebles top para crear un despacho, son las librerías y a ser posible que cubra toda la pared. Nunca debes olvidar tener suficiente espacio para guardar documentos, papeles, proyectos y agendas con un montón de cosas más. Tener estanterías junto al escritorio te permitirá disfrutar de una mejor organización.
El resto de las paredes las podemos cubrir con cuadros, fotos… etc. Considera la posibilidad de elegirlo con detalles únicos y/u originales que aporten ese toque tuyo.
Apostar por la ergonomía en el caso de las sillas de escritorio suele ser un plus que agradecerás en corto y largo plazo. Tener un asiento adecuado para los días de largas horas sentado, usando el que se adapte a tus necesidades es muy importante. No sólo por su comodidad, si no que cada vez cobra mayor protagonismo tanto sus diseños, como colores, materiales y estilos.
La iluminación juega un papel fundamental. No cabe la menor duda que la luz natural es la mejor opción. Sin embargo, hay que considerar en cada caso las necesidades de luz que tengan por el tipo de trabajo que se realice.
Hay que apostar en la medida de los posible por lámparas con personalidad y que ofrezcan la luminosidad requerida y aprovechar la luz de la manera más eficiente.
Recuerda lo importante que es en este tipo de espacios encontrar la inspiración y la creatividad…
