El dormitorio es sin duda un espacio especialmente personal donde buscamos no sólo dormir si no también un lugar de descanso, nuestro rincón de lectura, y cada vez más el sitio donde incluimos grandes vestidores, incluso un lugar de trabajo.
En esta ocasión, reflejamos claramente la personalidad de nuestro cliente, una chica dulce, tranquila y soñadora. La decoración está llena de luz, de recuerdos familiares y muebles restaurados que hacen de la estancia un refugio de paz, serenidad y confort.
Dar con un diseño idóneo no es siempre fácil, tenemos que tener en cuenta que la protagonista es la cama y es la que condiciona el resto de los elementos. Es importante que la circulación en ella sea simple y funcional. Por ello, es fundamental organizar bien la disposición del mobiliario; asegúrate que la estancia cuenta con espacio suficiente a ambos lados de la cama para las mesillas de noche.
Si partes de cero, ten en cuenta dónde se va a situar el baño y el vestidor.
Busca la mejor iluminación y ventilación, en este caso contamos con una gran ventana que da a un amplio y luminoso patio interior, por lo que nos beneficiamos de una buena ventilación y luz natural.
En la decoración usamos fibras naturales como ratán en los espejos del cabecero y en los textiles, el algodón, la lana y por supuesto la pieza estrella a los pies de la cama, realizada a maño por su abuelita, haciendo que este dormitorio sea único y especial.
Otro toque que da carácter a esta estancia es la restauración de un viejo mueble, donde una vez más integramos en nuestros diseños mobiliario condenado al abandono y les regalamos una segunda oportunidad. Se le dio un cambio radical, de un color marrón oscuro, lo transformamos en un mueble con esencia vintage usando un color pastel en sintonía con el resto de los tonos de la habitación.
¡No olvides que el descanso merece tener una consideración especial y tenemos que hacer de él un lugar del que no queramos salir!